El Sábado Santo decidí sobre la marcha ir a ver la salida de la Soledad de la Parroquia de San Lorenzo.
Cuando llegué ya hacia un rato que había empezado a salir la cofradía, por lo que no tuve que esperar mucho para presenciar la salida de la Santísima Virgen. En medio del silencio, solo interrumpido por los pájaros y las máquinas fotográficas, atravesó la plaza solemnemente.
Antes de que girara hacia Conde de Barajas el paso se paró y allí escuché la mejor saeta de las que oí esta Semana Santa.
Después dí la vuelta por detrás de la parroquia y la calle Hernán Cortés, y llegué a tiempo de verla venir por calle Conde de Barajas y posteriormente dar la vuelta hacia Jesús del Gran Poder.
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