En la mañana del Miércoles Santo me presenté bastante temprano en la Basílica del Gran Poder para contemplar los pasos, ya que éste es el primer día en que el Señor aparece sobre sus andas.
El Señor aparecía por segunda vez en el siglo XXI con una túnica bordada sobre su paso.
En esta ocasión se trataba de la túnica llamada "de la corona de espinas", una maravillosa obra del bordado sevillano fechada en 1857, obra de Dª Teresa del Castillo con diseño de su esposo D. Antonio del Canto. Fue la utilizada en la salida procesional desde su estreno hasta el año 1881 en que salió por vez primera con la túnica de los cardos.
Esplendoroso el paso de palio de María Santísima del Mayor Dolor y Traspaso, un conjunto sin igual con magníficos bordados del taller de Rodríguez Ojeda y orfebrería de plata de ley.
Plata de varios siglos bajo la Santísima Virgen.
El espléndido altar de insignias de la Cofradía.
La canastilla del paso es una obra maravillosa del siglo XVII donde se conjuntaron los genios de Francisco Antonio Gijón y Bernardo Simón de Pineda, dos artistas de primer orden dentro del barroco sevillano.
Los cajillos de la Cruz están realizados en filigrana de oro y amatistas.
Cartela con el Prendimiento de Jesús.
Detalle de los faroles, realizados en plata sobredorada por el cordobés Rafael León en 1908 y 1909.
Éstas potencias son también de filigrana y amatistas, realizadas en plata sobredorada y han sido recientemente restauradas.
Detalles del tocado de la Santísima Virgen.
Detalle de la corona, realizada en plata sobredorada
por Juan Ruiz en 1798.
Remata el conjunto una Cruz Pectoral que perteneció al Cardenal De la Lastra.
El moldurón y las maniguetas son obras en plata de ley del orfebre trianero Jorge Ferrer, quien también realizó los varales, jarras, faroles y candelabros de cola.
Madrugada del Viernes Santo, la Hermandad del Gran Poder en la carrera oficial.
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